
02- Love at First Feel
03- Big Balls
04- Rocker
05- Problem Child
06- There's Gonna Be Some Rockin
07- Ain't No Fun
08- Ride On
09- Squealer
Corría el verano de 1991. Atuendados con camisetas de Iron Maiden y Manowar, tres chavales de 11 y 12 años nos agolpábamos en torno a dos grandes altavoces y poníamos una y otra vez "Thunderstruck". Mi madre nos gritaba desde la puerta del salón, segurmante decía que bajara el volumen, pero no la escuchábamos, poseídos movíamos la cabeza tarareando "aaaaaah zandérr", con nuestro inglés murciano adquirido entre solos de guitarra. Comenzó entonces mi inmersión al universo de la banda australiana. Sumergido persisto hasta hoy, cuando espero casi con crisis de ansiedad la salida de su nuevo disco.
Sería complejo elegir un album "favorito" o posicionar uno sobre el otro, pero para mí descubrir la era de Scott fue una auténtica revelación. "Powerage" y "Let There Be Rock" poseen una rabia ácida, una violencia en los riffs que supone una evolución de los primeros dos discos, más rock´n´rolleros. Y entre el origen de High Voltage y el revolucionario Let There Be Rock, se esconde uno de mis discos favoritos. Redondo redondo, como unas "grandes pelotas".
"Dirty deeds done dirt cheap" abre con un ritmo directo a las carvicales,y una letra sucia, barriobajera, ADN del disco y de parte de la discografía de la banda. Y ahí entra Scott, con su "If you" a modo de "oye tú", con ese descaro genuido, su voz desgarrada, en medio de gritos "ouh, ouh, ouh" -mezcla entre gruñido y gemido- que recuerdan a los del estribillo de su famoso hit T.N.T. Yo traduciría el título como "Trabajos sucios tirados de precio", y la letra es de lo más específica: tres estrofas tres trabajitos. El primero, carta de presentación, lo dirige a una jovencita que tiene problemas en la escuela con su director, quien le tira los trastos o algo parecido. La respuesta: marca mi número, "llevo una vida criminal". La segunda estrofa, a otra chica: tu marido te la pega con tu mejor amiga, yo te daré lo que te hace falta; y la tercera: ¿quieres descansar de tu mujer, necesitas un respiro? Llámame, entraré por la puerta de atrás. Sexo y crimen se mezclan, no sabemos bien de qué va la cosa, pero sin duda es sucio. El tema es trepidante, con un feeling en el estribillo y una mezcla de voces, que lo ha convertido en un himno de la banda, no sin justicia. A los dos minutos irrumpe el primer solo de Angus, que con 22 añitos, ya marcaba sus pautas de identidad, una personalidad que aún le mantiene en lo más alto de la historia del rock. El final de la canción es una explosión de rabia, que termina con un "aaargh" visceral de Scott.
Después de esta declaración de intenciones un poquito de descaro romántico con "Love at fist feel". Pero claro, algo tendría que pasar, no puede ser una canción de amor sin más. Oh, oh; parece que la chica es menor de edad y te han visto llamar a su puerta cuando sus padres no estaban. En la misma línea que el anterior, tras la segunda estrofa, un solo de Young y el arranque de batería, con coro y un Scott fuera de sí, mientras Angus aporta sus gritos eléctricos.
Y aquí llega Bon alardeando de tener las pelotas que los demás, con esa voz de borrachuzo que en algunos momentos parece que está hablando agarrado a una farola para mantenerse en pie. Inimitable, único. "Big balls" fue criticado por los detractores de la banda, por su baja calaña, y su simpleza en la composición. Sí, puede, pero a la tercera escucha te ves tarareando la letra como un barriobajero orgulloso. Es uno de los temas más cachondos de la banda. La letra no deja lugar a dudas, el vacile de "para pelotas gordas las mías". Sin embargo hay una posible segunda lectura, a mi me da que es una crítica a concursos de la clase alta (en la primera línea podríamos traducir "voy ascendiendo en la alta sociedad"), pues utiliza un juego de palabras con "Ballroom", que significa salón de baile, y en la canción se refiere al lugar donde se comparan las pelotas más gordas. Finalmente habla de cóctel de mariscos, eventos de caridad, etc. Justo cuando te has puesto a mover las caderas en plan swing hipnotizado por el ritmo facilón de este tema...
...te sacude Rocker, el tema más rockabilly. De lo más acelerado de la banda. Este tema está extraído de T.N.T. Un ritmo endiablado, con un Scott totalmente desbocado, y un Angus que parece cantar con su púa. El final de la canción es tremendo, con la voz y la guitarra rivaliznado bajo un imparable Rudd. Y cuando parece que ha terminado. Scott, levanta otra vez la tapa para dar paso a un nuevo solo de su colega. Para mí este tema es un auténtico trallazo, claro que fue escucharlo la primera vez y caer prendido, en plan "Love at first feel". ¿Qué más decir?
"Problem child" es una especie de grito de "si aún tenías dudas de la calaña que tienes delante, espero que esto te ayude". Otra vez, tras un inicio simple y arrollador, que a mí se me asemeja más a línea de High Voltage que a la de Let there Be Rock (donde después se incluiría el tema en la versión para fuera de Australia), sobre todo después del estribillo. Su letra deja a un lado el gamberrismo juvenil, para entrar de lleno en la delincuencia pura y dura, de marcada violencia: alcohol, peleas a navaja, pistolas, amenazas... Tras un ritmo que parece indicar cierta alegría, se esconde un mensaje salvaje que supone un paso más allá en la temática expuesta por la banda. Musicalmente poco hay que decir, una sencillez arrolladora en los riffs, un Scott que deja su huella como nunca antes y los hermanos Young demostrando que su creatividad no requiere
quebraderos de cabeza, sino una personal y única manera de comprender la música.
De pronto, los canguros nos muestran su otra cara de nuevo. Los gritos del principio nos recrean a una banda de cerverceros tomando las calles. En "There´s gonna be some rockin´", parecen querer decirnos, si estamos de buenas, somos puro rock and roll, diversión, sólo rockers. No sólo en la composición, en el timbre de Scott que vuelve a situarnos en la línea de Big Balls (Got a big bass drum / Gonna have some fun), en los coros, sino también en la letra: salimos de juerga, buscamos a alguna reina de la noche, va a ver rock, y vamos a tocar. El solo de Angus me parece el más elegante del disco (doblando a un scott que se le percibe disfrutar) junto al de Ride On.
Pero antes de Ride On, llegamos a uno de mis temas favoritos de la banda. Sí, Ain't No Fun (Waiting Round To Be A Millionaire). Soberbia. Ya para empezar, Scott advierte que la historia es real, y no creo que se tratara de una broma, al parecer tiene bastante de real (Si alguien puede aclararme y profundizar en esto, se lo agradezco). El caso es que el tema va de tipo que deja su trabajo para perseguir su sueño: ser una estrella del rock y reunir un millón de dólares. Habla con un productor y le dice que su banda tiene el sonido que está buscando; después habla de sí mismo, su madre trabaja para él (comentario machista: dice que "sabe cual es el lugar de una mujer") mientras él sigue su camino hacia el éxito; viste con ropa vieja, sus vaqueros están rotos, pero un día pasará por delante de su vecino con su Rolls y le dirá "Hola Howard, ¿cómo va eso?". Esto hasta el minuto 4, en un riff repetitivo y simplemente delicioso. Esta letra me parece de lo mejor y más representativo de lo escrito por Bon y los hermanos Young. Corren los 70, grandes bandas están trinufando y los grupos de música se reproducen como cucarachas, todos buscan una fórmula que les lleve al top, y AC/DC parece que la han encontrado. De pronto, como si la cosa hubiera ido sobre ruedas, Scott se hace con las riendas con su "Ain´t no fun" que el resto de la banda corea hasta romper en el estribillo final con nuevos coros, entre golpes de plato de Rudd. El último minuto es una maravilla que invita a cantar con la banda como si fuéramos uno más del grupo, de pronto surgen de un mar de gritos y coros los punteos de los Young agonizando, poniendo el cierre.
En la versión que llegó a nuestro país nos encontramos con "Ride on". Una maravilla, nunca me canso de oirla. Este disco, para mí, adquiere la naturaleza de una especie de fotografía de los miembros de la banda: algo así como "soy el gamberro de dirty Deeds, el borrachín de Big Balls, el tipo desenfrenado de Rocker, el macarra peligroso de Problem Child, el caradura idealista de Ain´t no fun... pero sufro cuando mi chica me deja, después de estar con una prostituta me siento sólo, al borde de la carretera. Soy demasiado joven para darme cuenta de que hago las cosas mal, y demsiado viejo para volver a empezar. "Uno de estos días cambiaré mis malos hábitos". Bajo la voz de este tema late un blues cuidado, unos acordes dramáticos que sirven de fondo perfecto a los lamentos finales de Scott, parafraseados por los coros y la guitarra de Angus, quien interpreta un solo que me parece, no sólo una de las joyas del disco, sino uno de los más logrados de los primeros años de la banda. "Ride on" puede traducirse como "Adelante...". Una nueva declaración de principios...
Poco le dura el lamento a Bon y compañía, porque el disco (siempre refiriéndome a la versión distribuida fuera de Australia) se cierra con Squealer, que podemos traducir como "chillona", y básicamente vuelve a la línea de un encuentro sexual con una chica que asegura ser inexperta. La letra no aporta demasiado por sí misma, pero sí en combinación con la música. Comienza dura, con unos acordes que parecen estar a punto de arrancar y una línea de bajo pegadiza, y de pronto todo se calma (comienza el flirteo), una voz muy sensual de Scott, dubitativa, se ve acompañada de nuevos golpes de guitarra, suaves, pero que poco a poco van siendo más frecuentes, hasta que finalmente comienzan los golpes de batería, y todo parece arrancar, Scott se emociona y parece excitarse, comienza entonces el estribillo, con unos coros en tono serio, que desemboca en un ritmo ágil y un sólo rompedor de Young, junto al anterior, lo mejor del disco, que se mezcla con el "Squealer" que pasa a ser la única letra restante de la canción. Un cierre sucio, con gitos de "Squaler" rudos, y de nuevo con alusiones a la masturbación, al orgasmo, a aquellos primeros trabajos que abrían el disco. Y es que, Scott advierte en "Ride On" que cambiaría sus malos hábitos... algún día.
Para mí "Dirty deeds" es uno de los discos más completos de la banda. No lo comparo con Let there be rock, High Voltage o Powerage, simplemente defiendo su feeling, más vacilón, más divertido, con ritmos variados, con un tema rocker propio de mediados de los 50, con una balada blues con una onda que no volveremos a encontrar en su carrera. Un album sucio, ácido, con la rabia y el remordimiento propios del salvajismo juvenil... AC/Dc en estado puro. Scott en estado de gracia.
Fuente: El Portal del METAL
0 comentarios:
Publicar un comentario